domingo, 20 de septiembre de 2015

INSTRUMENTOS DE TECLADO ANTERIORES AL PIANO

Al igual que otras invenciones, el piano fue hecho a partir de otros instrumentos mucho más antiguos, es más; podríamos decir que fue inspirado en ellos.
El más antiguo de los antecesores del piano es el “cítara” instrumento de cuerda punteada que utiliza cuerdas comprensivas a lo largo de un extensivo cuello y una calabaza de resonancia hueca para producir un sonido muy rico al oído con resonancia armónica compleja.


Utilizado predominantemente en el clásico Hindustani, la cítara fue ubicua en la música clásica de Hindustani desde la Edad Media. Este instrumento se utiliza en todo el subcontinente indio y es perteneciente a la familia de los instrumentos de cuerda pulsada.

 El monocordio fue un instrumento posterior a la cítara, pero tenía leves variaciones respecto a ésta. Estaba construido con una única cuerda mucho más larga que las cuerdas que se empleaban en la cítara, que vibraba sobre una pequeña caja de resonancia de madera.


Este instrumento fue utilizado por varios matemáticos a lo largo de la historia para realizar sus estudios, como el griego Pitágoras, que realizó sus estudios sobre las relaciones entre los intervalos musicales, y Euclides, que basó la geometría euclidiana en las divisiones de este instrumento.

Más tarde se inventó el salterio, un instrumento construido sobre los principios de la cítara pero con una forma trapezoidal en función de las distintas longitudes de sus cuerdas. La tabla trapezoidal del salterio, mucho más tarde, dio paso al diseño de los primeros clavecines. Se pretendía encontrar algún tipo de mecanismo que hiciera que las cuerdas no estuvieran en contacto con los dedos.




Posteriormente se hicieron bastantes experimentos, y uno de ellos fue el clavicordio, un instrumento que vibraba mediante un pequeño clavo o una aguja metálica que era accionada a través de unas teclas que hacían mover la aguja o clavo para que vibrara la cuerda.




 Después de la creación del clavicordio nació el clave, diferenciado del clavicordio porque para hacer vibrar las cuerdas utilizaba un plectro o la punta de las plumas de las aves.



Los principales instrumentos de teclado barroco son tres:

El Clavicordio: El cual es un instrumento musical europeo de cuerda percutida y sonido muy débil. Es importante aclarar que éste instrumento debe ser confundido con el clave (harpsichord, clavecín, clavicémbalo, clavicímbano), la espineta o el virginal. Historia y evolución del Piano Camilo Salgado H 3

El Clavecín: también llamado clavicémbalo, cémbalo, gravicémbalo, clave o clavicímbalo, es un instrumento musical con teclado y cuerdas pulsadas, como el arpa y la guitarra. Tiene una brillantez y amplitud sonora que permitía el virtuosismo instrumental. Pero, su "defecto" se debe a que produce siempre la misma intensidad de sonido, es decir, el clavecinista no puede modificar el volumen sonoro según la intensidad de pulsación de la tecla. Esto se debe a que las cuerdas son pinzadas por puntas de pluma de cuervo situadas en lengüetas accionadas por las teclas. Podemos imaginarnos que el calvecín es como una guitarra gigante donde hay un "dedo" para cada cuerda listo a tocar en el instante de pulsar la tecla.



El Órgano: es el instrumento más complejo y completo que se ha inventado, a ello contribuyen sus posibilidades polifónicas, riqueza tímbrica y potencia sonora. También hay que destacar que se trata de uno de los instrumentos más antiguos conocidos, cuyos orígenes anterioridad a la cristiandad.


Alrededor del año 1695 Bartolomeo Cristófori comenzó a construir un instrumento que, aunque básicamente era de una especie similar al Clavicordio y al Harpiscordio, incluía en el diseño de su mecanismo un concepto revolucionario. Puesto que tanto el Clavicordio como el Harpiscordio ponían a vibrar las cuerdas mediante algún tipo de púa o plectro, las cuerdas comenzaban a vibrar siempre con el mismo volumen y tono independientemente de cuan rápida o lentamente se presionaran las teclas. En el instrumento desarrollado por Cristofori el elemento que ponía las cuerdas a vibrar era una pieza de madera con la forma de un martillo cuya punta estaba recubierta de cuero.

 Esto no producía un sonido metálico y estridente como en el Clavicordio y el Harpiscordio sino un sonido mucho más dulce y sostenido. Además, el mencionado martillo tenía un sistema de escape mediante el cual era posible variar tanto el volumen como así también el tono del sonido. En este instrumento estaba notablemente aumentada la capacidad expresiva musical ya que en él no era solamente posible producir un determinado sonido siempre al mismo volumen y tono, como se mencionó acerca de los dos instrumentos que anteceden al piano, sino que también era posible producir sonidos con más o menos volumen que otros y producir una muy ligera variación tonal.

 Y todo esto, claro está, era posible hacerlo desde el teclado, según como éste se tocara. Movimientos rápidos y bruscos de la tecla producían sonidos Historia y evolución del Piano Camilo Salgado H 7 de gran volumen y brillantes; movimientos lentos y apaciguados producían sonidos de menor volumen y más dulces en cuanto al tono. Este fue entonces el primer piano que se construyó. El señor Bartolomeo Cristofori lo llamó "Forte-Piano", nombre que no significaba nada más que hacer referencia a lo que acabamos de decir como sus principales características: que el instrumento podía producir sonidos fuertes (forte) y suaves (piano). Hoy en día utilizamos más comúnmente la palabra Piano para referirnos a este instrumento.


Todos los cambios que ha tenido el piano hasta el día de hoy han sido destacables pero sin duda es entre los años 1760 a 1830 en donde tuvo una gran expansión y sufrió grandes modificaciones. 

En 1808, Sébastien Érard patentó un mecanismo de simple repetición e incorporó la grapa, una pieza que permitía a las cuerdas permanecer en su lugar exacto después de ser golpeadas por los macillos. Dos años más tarde, en 1810, diseñó el mecanismo de pedales del piano moderno.

En la década de 1820, la fábrica de pianos de Érard en París pasó a ser el centro de la innovación en lo referente al mecanismo del piano. En 1822 introdujo su mecanismo de doble repetición, que permitía una gran velocidad de repetición al pulsar las teclas del piano, incluso si la tecla aún no había alcanzado su máxima posición vertical, y facilitaba una rápida ejecución. 


Cuando esta invención se hizo pública, en su forma revisada por Henri Herz, el mecanismo de doble repetición se convirtió paulatinamente en un elemento estándar en el mecanismo de los pianos de cola y forma parte de todos los pianos de cola modernos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario